top of page

Cada familia guarda historias luminosas y tambien capítulos difíciles, ambos forman parte de nuestro mapa interior.

Las memorias de nuestros ancestros nos atraviesas a veces como bendiciones visible y otras como patrones invisibles  que repetimos sin comprender.

Reconocerlas implica mirar sin juicio, con gratitud y compasión. Es aceptar que en nuestra historia hay luces y sombras, victorias y pérdidas, y que todo ello ha hecho posible que hoy estemos aquí.

Arbol genealogico.jpg
Aceptar para transformar

Aceptar lo heredado no significa resignarse, sino que lo integramos y elegimos que es lo que queremos conservar  y que necesitamos transformar.

Si mis aburelos viveron la escasez, puedo honrar su esfuerzo y, al mismo tiempo, abrirme a una vida de en abundancia.

Aceptar y abrazar la totalidad, lo que m e impulsa y lo que me desafia. Es comprender que cada experiencia ancestral trae una  enseñanmza y que al integrarla me libero de las cargas insconscientes y las lealtades invisibles.

Conocer y aceptar nuestras raices  no nos encierra en el pasado: nos abre a un presente vivido con plenitud y a un futuro mas consciente

Las huellas de nuestros ancestros viven en nosotros, en nuestros gestos cotidianos, en las palabras heredadas, en los silencios guardados y hasta en las emociones que a veces no entendemos.   Conocer, reconocer y aceptar estas raices no significa que nos quedemos atados al pasado, sino descubrir un caudal de fuerza y sabiduria que nos puede acompañar y ayudar en nuestro camino de desarrollo personal  y auroconocimiento.

Al igual que un árbol no puede crecer solido sin raices profundas, nosotros tambien necesitamos sentirnos vinculados a un origen.

Las raices nos otorgan identidad, pertenencia y continuidad. Son el recuerdo de dónde venimos, las experiencias de quienes nos precedieron y también la memoria colectiva que nos sostiene.

Cuando nos olvidamos de nuestras raices , perdemos un pedacito de nosotros mismos, pero, cuando las honramos desde el amor condicional, desde el respeto, ganamos en firmeza para seguir creciendo hacia lo alto con libertad y confianza.

 

Que cada paso en tu presente sea también un gesto de gratitud hacia quienes, con su vida, hicieron posible la tuya

Cada uno de nosotros es la continuación de una historia que comenzó mucho antes de nuestro nacimiento. En nuestras manos está la posibilidad de  honrarla y, al mismo tiempo,  escribir capítulos nuevos.

Mirar hacia nuestras aices con respeto y amor no significa que nos auedemos atrapados en ellas, sino que nos nutrimos  de su fuerza para desplegar nuestras propias alas.

Cuando reconocemos de dónde venimos, podemos caminar con mayor certeza hacia lo que estamos llamados a Ser.

Mano - arbol.webp

Abrazar nuestras raices
El camino hacia un desarrollo personal pleno
 

Alguna vez te has preguntado qué parte de ti pertenece realmente a tu historia personal y cúal proviene de aquellos que caminaron antes que tú?

Cuando no estamos en guerra con nosotros mismos ni con los demás podemos decir que tenemos una autoestima sana


ree

El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta en todos los aspectos de nuestra experiencia. Nuestras respuestas a los acontecimientos de nuestra vida dependen de quien y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión interior que poseemos de nosotros mismos.


La autoestima es la clave del éxito o del fracaso. Es la que modela nuestro destino y el tipo de vida que creamos. La visión más profunda que tenemos de nosotros mismos influye de manera muy significativa en todas nuestras elecciones y decisiones.


El conocimiento de uno mismo (sentimientos, deseos, pensamientos, aptitudes), la autoafirmación y la autoaceptación son algunos de los pilares de la autoestima, como también lo son la confianza en nosotros mismos y el respeto, no mantener con nosotros mismos una relación de rivalidad.


Si conocemos lo que afecta a nuestras acciones, objetivos, valores y metas y actuamos de acuerdo con lo que vemos y sabemos, estamos viviendo conscientemente y generamos así un estado mental adecuado a la tarea que estemos realizando y nos hacemos responsables.


Vivir conscientemente significa hacerse responsable del conocimiento adecuado a la acción que estamos efectuando y este es el fundamento de la autoconfianza y el autorrespeto.


Respeto por los hechos de nuestro mundo interior, así como los del mundo exterior.


El uso adecuado de nuestra conciencia es una elección.


De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio.


Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que somos competentes para vivir y que merecemos la felicidad y por lo tanto enfrentarnos a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo que nos ayudara a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud.


Una mirada hacia nosotros mismos, con amor, respeto y humildad, nos descubrirá paso a paso todo aquello que nos puede ayudar y orientar para conocernos y reconocernos, para reencontrarnos  de nuevo con todo ese poder infinito que está desde el principio con nosotros y que no nos deja ver nuestros miedos, nuestros prejuicios y juicios, nuestros deseos y sueños no alcanzados, nuestra falta de amor y confianza en lo que podemos conseguir o alcanzar, las etiquetas que un día nos pusieron porque según la valoración de otros no fuimos como ellos querían que fuésemos o porque no cumplimos con sus expectativas.


No olvidemos que nosotros podemos ser nuestros peores enemigos.


No nos olvidemos de que nos merecemos todo lo mejor y que no hay que esperar el reconocimiento, el permiso o la valoración de los otros.


El poder está en uno mismo.  El compromiso es con uno mismo.


Tu eres el creador de tu realidad, tu mente y corazón cabalgando juntos con la inercia, la fuerza y la voluntad divina de tu alma, recorriendo el camino que te lleva al reencuentro con tu verdadera identidad, esa parte pequeñita pero imprescindible del TODO.


ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page